tag:blogger.com,1999:blog-6734131798192170034.post1135090415702542269..comments2023-10-26T02:02:10.100+02:00Comments on dialéctica y analogía: La belleza de lo feoJuan Antonio Negretehttp://www.blogger.com/profile/03818931980413759742noreply@blogger.comBlogger12125tag:blogger.com,1999:blog-6734131798192170034.post-65094053219424553372019-02-21T02:45:39.089+01:002019-02-21T02:45:39.089+01:00La belleza es la mejor moda de todas. Las personas...La belleza es la mejor moda de todas. Las personas cada día se sienten mas hermosas. <br />De seguro, en el futuro esto dará de que hablar. Para mi concepto, <br />la belleza es el negocio de nunca acabar y sobre todo ahora que las mujeres han ganado<br />mas empoderamiento. Muchas gracias por tu tema, estoy de acuerdo en lo relacionado<br />a la <a href="https://webmediums.com" rel="nofollow">belleza</a> que mencionas <br />Urien Roenhttps://www.blogger.com/profile/16457601670302046804noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6734131798192170034.post-83315139766059723732015-01-04T11:25:46.119+01:002015-01-04T11:25:46.119+01:00Sabias y bellas palabras de Keats. Es muy griego e...Sabias y bellas palabras de Keats. Es muy griego eso de que la verdad es belleza y la belleza es verdad (aunque esto también encierra un misterio). Otros, en cambio, no-griegos, cree que la verdad es irrepresentable y que la belleza es solo una tentación...Juan Antonio Negretehttps://www.blogger.com/profile/03818931980413759742noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6734131798192170034.post-26420920236200701342015-01-02T09:37:56.835+01:002015-01-02T09:37:56.835+01:00Juan Antonio dijo:
La belleza es un interesante c...Juan Antonio dijo:<br /><br />La belleza es un interesante concepto teórico, pero aplicada, se ve que no es más que una noción).<br /><br /><br />Y John Keats escribió :<br /><br /><br />¡Ática imagen! ¡Bella actitud, marmórea estirpe<br />de hombres y de doncellas cincelada,<br />con ramas de floresta y pisoteadas hierbas!<br /> ¡Tú, silenciosa forma, tu enigma nuestro pensar excede<br />como la Eternidad! ¡Oh fría Pastoral!<br />Cuando a nuestra generación destruya el tiempo<br />tú permanecerás, entre penas distintas<br />de las nuestras, amiga de los hombres, diciendo: <br />«La belleza es verdad y la verdad belleza»... Nada más<br />se sabe en esta tierra y no más hace falta.Antonio Solteronoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6734131798192170034.post-52921567763980907422012-01-16T20:50:48.381+01:002012-01-16T20:50:48.381+01:00Bueno, sin releer ahora mismo la Poética, de todos...Bueno, sin releer ahora mismo la Poética, de todos modos yo no diría ni que Aristóteles es el ejemplo de la estética griega (más bien me parece algo insensible al arte -perdón por la blasfemia-) ni la Poética me parece un libro completo. Pero los aristotélicos medievales sí desarrollaron una estética de la armonía y la luz (y eso que eran cristianos y podían haber heredado el rechazo judío de lo estético -luminoso-). Ahora bien, Platón representa perfectamente la estética como kalética (véase, sobre todo, Banquete y Fedro), y si en la República está pendiente de la utilidad de las escalas, no hay que perder de vista que para Platón Verdad, Bondad y Belleza son indisolubles, y la Belleza solo es una manifestación de lo mismo, de la Idea (eso sí, la más pobre de os tres trascendentales). Los artistas, más que expulsados son controlados o "censurados": serán los sabios gobernantes quienes decidan qué mitos se pueden enseñar y qué modos musicales educarán mejor. esto no es un abandono de la belleza, sino una "domesticación", digamos.<br />(Por cierto, sobre cuál es el tema del Fedro, me permitiría recomendarle mi libro Diálogos de Filosofía. Si me proporciona una dirección de correo electrónico (a dialecticayanalogia@gmail.com) le enviaré el pasaje del libro donde lo trato).<br /><br /><i>Mi corazón tira contra mi sangre, es decir, me gustaría quedarme en el Sol de Italia admirando tintoretos y carpaccios, en lugar de entristecerme con los adustos luteranos cuya sangre llevo. Pero, así las cosas, debo darle más razón al voluntarismo de un Occam que al racionalismo de mi muy venerado Aquino: no puedo creer que la razón o la belleza vayan a conducirnos a otra cosa que fantasmas.</i><br /><br />esto me parece muy honesto y sincero, pero (permítame) equivocado como camino vital. Por un lado, el venerable Aquino sabe (como Platón) que cualquier discurso racional es analógico y, en el último extremo, se vuelve inefable, por lo que no hay que quedarse con el fantasma. Pero, por otro, ¿qué cosa más fantasmal y tenebrosa que un Dios cuya voluntad es completamente inescrutable, que puede haberme hecho una vasilla para echar al fuego, y que es celoso con la razón? Aquí viene al pelo lo que decía Aristóteles sobre los dioses celosos: "los poetas mienten mucho".Juan Antonio Negretehttps://www.blogger.com/profile/03818931980413759742noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6734131798192170034.post-80185680490931503772012-01-16T20:38:06.224+01:002012-01-16T20:38:06.224+01:00Sierra,
sugiere muchas ideas, e intentaré contesta...Sierra,<br />sugiere muchas ideas, e intentaré contestarle a todas:<br /><br />Empezando por el final, aunque la idea de belleza haya sufrido una cierta deflación modernamente (no estoy tan convencido) no dehja de tener también usos en otros terrenos de la actividad humana: hablamos de una bella teoría (una demostración elegante) y de una bella persona. Es universal (yo lo he observado en mis hijas) el uso traslaticio de "bello" para el ámbito de la moral (al principio identifican guapo con bueno). En principio no comparto las hermeneúticas que ven mucho más densidad en las nociones antiguas que en las modernas. Casi podría decirse, en este caso, que los griegos mostraban cierta pobreza de concepción moral al calificar demasiado habitualmente a las buenas personas de "bellas". Mientras no lo vea más claro, creo que la misma idea de Belleza sigue plenamente vigente (por ejemplo, en los usos de Schelling, etc).<br /><br />Yo no digo que el renacimiento olvidó la belleza enseguida, sino que olvidó (o más bien relegó) la vía positiva. La separación brutal de los ámbitos divino y material (empezada por Occam, y completada por los protestantes) hizo ver con malos ojos cualquier tendencia icónica luminosa. Enseguida triunfó la oscuridad en el Barroco.<br /><br />No veo que la distinción entre la belleza de la obra y la fealdad del contenido anule el análisis, aunque entiendo que vea ahí un gran problema. Sencillamente una obra de arte fea (fea en todos los sentidos) no es arte siquiera. Hasta los más atrevidos feísmos del siglo XX tienen que hacer siempre alardes técnicos, y la complejidad conceptual está siemrpe subyacente, pese a la apariencia de caos (incluido en las formas presuntamente automáticas o subconscientes de arte, que se autoengañan).<br />Pero compare el problema con la teología negativa, expresada verblamente. En los textos apofáticos de, por ejemplo, el pseudo-Dionisos, se conserva la corrección argumental en todo momento. es decir, a nivel formal, el texto cumple todos los criterios de un texto, está "bien" escrito, etc. Pero su contenido pretende trasmitir negaciones. En el arte de lo feo ocurriría algo semejante: aunque el artista usa formas bellas (correctas), el contenido es lo feo. De todo esto pensaba hablar más en próximas entradas de esta serie estética.<br /><br />Por otra parte, el caso del Jardín de las delicias ni siquiera corresponde a lo que yo llamaría el arte de lo feo. Recordarnos los sufrimientos del infierno no es una vía negativa para ir al cielo (sería una vía para interesados). Realmente no veo claro qué análisis hacer de ese tipo de obras (como del infierno de Dante), pero desde luego no entran en lo que yo quería decir. Diría que son obras de lo bello, es decir, que usan la vía positiva, es decir, la directa o icónica. Lo que pasa es que si uno va a retratar el infierno, obviamente lo que retrate tiene que ser terrible. La vía negativa consiste, realmente, en un discurso (bien elaborado) que se centra en negar lo bello. No sé si me he explciado.Juan Antonio Negretehttps://www.blogger.com/profile/03818931980413759742noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6734131798192170034.post-79029696462405120352012-01-16T16:46:00.815+01:002012-01-16T16:46:00.815+01:00Olvidaba, claro, el matiz: a saber: que no creo qu...Olvidaba, claro, el matiz: a saber: que no creo que la belleza pueda ser el fin del arte, pero de ningún modo le quitaría su justa importancia, como hacen tantos críticos de escuela en nuestros tiempos. Alguna vez leí unas líneas que ya entonces me impresionaron mucho: "El olvido en que han caído lo bello y lo feo hace que ya no se entienda nada". Pocas cosas me preocupan tanto como la belleza; pero el punto es que me siento obligado a dar igual importancia a la fealdad, y a ambas solo como medios para el arte.Sierrahttps://www.blogger.com/profile/16164692919676541828noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6734131798192170034.post-28683454454458145442012-01-16T16:33:55.077+01:002012-01-16T16:33:55.077+01:00-->>Viene...
Pero volvamos a los griegos: v...-->>Viene...<br /><br />Pero volvamos a los griegos: vale, está claro que exageré un poco —uno de mis vicios—, pero miremos la cuestión atentamente: en el único texto de Aristóteles dedicado exclusivamente al arte, la belleza se menciona en relación a un solo elemento de la tragedia: el verso, cuya belleza es criterio para determinar la calidad de una obra. Se trata de un aspecto bien técnico, un mero medio —y cualquier pelagato que sepa algo de métrica puede ponerse a escribir endecasílabos, no es nada del otro mundo—. En otros lugares, en <i>Política</i>, por ejemplo, cuando se habla de las diferentes escalas musicales, el criterio nunca es la belleza, sino la adecuación a tal o cual necesidad que satisface tal o cual música, y de la misma opinión —aunque más radical— es Platón en <i>República</i>. Similarmente, no quiere desterrar a la tragedia y la comedia por feas, sino por inmorales. Cierto que tiene una visión mucho más mística de la belleza que casi cualquier otro filósofo, y en <i>Fedro</i> lo vemos intensamente preocupado de ella —aunque, ¿cuál es realmente el tema de <i>Fedro</i>? No la belleza—, pero, precisamente, si la belleza es una guía mística para alcanzar cierto tipo de iluminación, es mero medio, y el arte no es nunca medio. Por otra parte, vista la radical censura que proponía Platón, tengo mis dudas sobre si lo que le interesaba era la belleza o, más bien —y como se critica arriba— lo bonito. Platón es muy kitch: niega la mierda, que es la definición kunderiana a la que subscribo, y cabe preguntarse si no hay también una vía negativa para conocer la mierda en lo kitch. <br /><br />Mi corazón tira contra mi sangre, es decir, me gustaría quedarme en el Sol de Italia admirando tintoretos y carpaccios, en lugar de entristecerme con los adustos luteranos cuya sangre llevo. Pero, así las cosas, debo darle más razón al voluntarismo de un Occam que al racionalismo de mi muy venerado Aquino: no puedo creer que la razón o la belleza vayan a conducirnos a otra cosa que fantasmas. <br /><br />(Un punto más: resulta claro el argumento mientras se hable de pitura, pero lo que sea la belleza se vuelve de inmediato conflictivo cuando hablamos de música —¿es bello el primer acorde de <i>Tristán e Isolda</i>? Se discutió hasta la saciedad en su época— y aun más en literatura, donde se ha tratado de aplicar incansablemente un concepto puramente estético al único arte que no tiene nada de estético: la novela. ¿Y cuando se habla de la belleza de una idea, o de una solución matemática? La belleza es un interesante concepto teórico, pero aplicada, se ve que no es más que una noción).Sierrahttps://www.blogger.com/profile/16164692919676541828noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6734131798192170034.post-23855257829576954862012-01-16T16:32:58.324+01:002012-01-16T16:32:58.324+01:00Juan Antonio:
Naturalmente puede tutearme, aunque ...Juan Antonio:<br />Naturalmente puede tutearme, aunque por internet he prefedido siempre el usted, tan en deshuso cuando debiera usarse más que nunca. <br /><br />La vía negativa me parece una interesante explicación si, digamos Rafael pintó algún adefesio, pero en la mayoría de los casos me parece que lo feo es un fin en sí mismo; y, curiosamente, esto corre para el arte <i>anterior</i> al ultramodernismo cuya crítica estoy dispuesto a secundar (mucho arte ultramoderno que busca precisamente hablar negativamente de la belleza, <i>y esta sí es una pamplina</i>). El ejemplo típico es el tercer tríptico de el <i>Jardín de las delicias</i>, cuyo propósito —me dirá— es recordarnos los terribles sufrimientos que nos esperan si nos alejamos de Dios —claro ejemplo de la vía teológica negativa—, lo que está muy bien, pero mire de cerca el primor con que están dibujados esos monstruos y horrores: no son el equivalente de una sombra en el fondo que pone el artista para realzar la importancia de lo que haya en primer plano, son ellos mismos el arte. Esto es lo clave: mediatiza usted el arte que representa lo feo, y el verdadero arte no puede ser nunca medio. Por lo demás, ya la pregunta de si la vía negativa se aplica a lo representado en la obra o a la obra misma (es decir, si la obra representa algo feo o si la obra es fea) hace tambalear todo el análisis, en mi opinión (considere el <i>Laocoonte</i>). También parece extraño que la teleología propugnada para el arte haya encontrado su realización únicamente durante el breve Renacimiento: ¿y el resto qué? ¿Estaban perdidos? Sobre todo, tenga en cuenta a los griegos, cuya palabra <i>kalé</i> está, me parece, mal usada aquí como traducción de belleza, cuando esta es una propiedad meramente estética y la otra condice también virtudes de otro tipo. La idea moderna de belleza nace en el Renacimiento, pero aun entonces tendría que sufrir muchas transformaciones para transformarse en lo que nosotros entendemos por tal.Sierrahttps://www.blogger.com/profile/16164692919676541828noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6734131798192170034.post-61166113166619438512012-01-16T10:39:05.036+01:002012-01-16T10:39:05.036+01:00Sierra,
te preguntas (me permito tutearte, pero si...Sierra,<br />te preguntas (me permito tutearte, pero si no te gusta me lo dices), o más bien afirmas: <i>uno pensaría que una cultura no iba a hartarse de un arte que buscara explícitamente lo bello y optimista si ese fuese el sentido de toda esa alharaca. </i><br /><br />Pero <br />-es una constante de la actividad artística (y moral, y religiosa...) la constatación de que nuestros esfuerzos por reflejar el ideal siempre se quedan cortos, y que eso da lugar al "fetichismo", es decir, a la adoración de la imagen (que debería servir de vehículo analógico) con aquello a lo que representa. Por eso hay una aptitud muy comprensible de inococlastia. Si los griegos representaban a los dioses mediante cuerpos bellos (lo que se conserva, en cierto modo, en el cristianismo, sobre todo el católico, con su imaginería), los judíos de Moises consideraron que sobre Dios, es decir, sobre lo Ideal, nada se puede decir. Es decir, la constatación de la inconmensurabilidad entre toda materialización y el ideal, puede llevar, lógicamente, a la idea de que la única manera de expresar lo ideal es, si acaso, la vía negativa (no es esto, no es esto, neti-neti, del vedanta).<br />-La "constatación" de la completa alteridad de lo ideal da lugar a lo que Hegel identificó en el pensamiento judío como conciencia desdichada: todo lo que nos rodea es desierto, pero precisamente a partir de la esterilidad de lo que nos rodea, y de su absurdo, nos nace por contraposición la "fe" en lo Absolutamente Otro divino.<br /><br />No es extraño que las culturas más pesimistas y los momentos más pesimistas de las culturas (por ejemplo, el judeo-protestantismo moderno) hayan recurrido más a esta via que a la vía optimista (que apenas renació en el renacimiento ya remurió a manos de Lutero y compañía -aunque más que de un renacimiento se trataba de un desarrollo de la estética medieval, una estética de la luz y la armonía -ver Sto Tomás, por ejemplo-).<br />Lo que yo quiero decir es que, si nos tomamos el trabajo de destapar lo feo, de mostrarlo, en una obra de arte, es porque el sufrimiento inmediato que nos causa la contemplación de ese dolor nos recuerda que tenemos un ideal con el que esa realidad no encaja, ideal que ninguna experiencia de este mundo parece reflejar (esto es un valle de lágrimas), pero que se despierta indirecta y silenciosamente mediante el arte del dolor.<br /><br />Me resulta, por otra parte, extraño oír que a los griegos no les importó mucho la noción de belleza. Basta ver la escultura y la arquitectura clásica, no digamos ya leer a Platón (tanto en el contenido como en la forma) para ver que eso suena muy tremendo y necesita mucha justificación. No basta con aducir un cierto análisis de la tragedia, porque ni siquiera la tragedia es el arte griego, es solo una de sus manifestaciones. ¿Qué hay de trágico en el Partenón, o en Policleto?<br /><br />El arte, lo comparto plenamente, busca en el fondo la verdad. Pero esto no implica que no busque directamente la belleza, que es la manifestación imaginal de la verdad. Quien esté dispuesto a decir que el arte no busca la belleza, tendría que explicar por qué todos los genios antes de la peste ultramoderna han creído lo contrario.<br />Aquí es mala guía (lo digo con todos mis respetos) Heidegger, porque Heidegger, como espíritu antimetafísico y hasta nihilista que era, pensaba que lo sagrado solo puede buscarse por el camino del silencio (quien quiera saber sobre Dios, decía, tiene que acudir a Lutero -o sea, a quien quemó la Suma de Tomás, porque Tomás creía en la teofanía positiva).Juan Antonio Negretehttps://www.blogger.com/profile/03818931980413759742noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6734131798192170034.post-58314489538881237352012-01-16T02:28:36.342+01:002012-01-16T02:28:36.342+01:00Me parece que se incurre en una falacia. La vía ne...Me parece que se incurre en una falacia. La vía negativa está muy bien para quien tiene una súbita visión de Dios o de la Belleza (que, debo decir, dicha así con mayúsculas me parece, por lo demás, bien sospechosa); pero, ¿qué hay del artista? O, por continuar con la analogía, ¿puede un místico buscar <i>negativamente</i> a Dios matando a tiros a su propia familia en la esperanza de que se produzca en él un movimiento en sentido inverso, <i>hacia</i> Dios? (Tales cosas ocurren, por cierto, pero prefiero no argumentar con desquisiados de ejemplo). <br /><br />Yendo al cuesco: si el artista busca la belleza, ¿por qué retrata la fealdad? No se hace bien si se hace mal buscándolo. Uno diría que, con el tiempo, incluso los artistas más tercos habrían aprendido que no se llega por la fealdad mala a la belleza buena; y, en cualquier caso, uno pensaría que una cultura no iba a hartarse de un arte que buscara explícitamente lo bello y optimista si ese fuese el sentido de toda esa alharaca. <br /><br />Me parece, por admitir mi propia opinión, que 'clásico' y 'optimista' quieren decir aquí, más bien, 'romántico' —en sentido serio, por supuesto—, lo que se delata en la referencia a Kant cuando se acusa a la tragedia de ser 'sublime', por hacerla caber en este esquema. Hasta donde sepa —que puede, admitidamente, no ser mucho, aunque ya es un poco sobre tragedia griega—, ni a los tragediógrafos ni a Platón o Aristóteles les importó mucho la noción de belleza (o su hermana, la sublimidad kantiana) en sentido moderno. Mucho podría descubrirse, sin duda, investigando la etimología de 'bello', y el uso que daba la escolástica medieval a su trascendental, el pulcrum, pero no me detendré en ello porque mis recuerdos de filosofía medieval están bastante oxidados. <br /><br />Hay un concepto clave que me parece mucho más importante, más vivo, y es la famosa —y tan mal comprendida— katarsis, que sí le importó a los tragediógrafos —al menos, los dos primeros— y a Aristóteles. Ahora bien, katarsis se traduce mejor que de ninguna otra manera por un aclaramiento de unas aguas metafóricas, que estaban nubladas y ocultaban la visión antes del momento de contemplación artística —que puede equipararse aquí a la contemplación divina—, cosa que demuestra brillantemente Nussbaum en <i>La fragilidad del bien</i> (puedo copiar una parte de esa demostración si interesa, la tengo ya en formato digital como parte de un ensayo). Y la katarsis la relaciono yo el desocultamiento que Heidegger atribuye, como resultado, a las grandes obras de arte. <br /><br />El propósito del arte no es buscar la belleza, sino buscar la verdad ——mientras se entienda esta como aletheia, desocultamiento. Así pues, debo declararme como seguidor del arte aletheista, firme opositor a los kaléticos que, más que optimistas, debo considerar confundidos ;) Todo lo cual no quiere decir, por cierto, que la belleza no sea un punto de crucial importancia, y seré el primero en decir que la crítica contemporanea ha cometido un terrible error al olvidarse de ella.Sierrahttps://www.blogger.com/profile/16164692919676541828noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6734131798192170034.post-63646608173843964332012-01-12T18:31:57.283+01:002012-01-12T18:31:57.283+01:00Héctor,
cabrito, me has pisado un experimento ment...Héctor,<br />cabrito, me has pisado un experimento mental que iba a usar en próximas entradas (lo de las pinturas rupestres). Como no me resigno a que te lo quedes tú solo, te responderé al argumento en que lo usas mediante una entrada en que también lo use yo.<br /><br />Comento las interesantísimas cuestiones que siguen en tu comentario:<br /><br />El malo malísimo (gilipollas) resulta feo pero no se nos presenta como tal, dices. Bien: lo feo ahí es, para empezar, la propia película, que es mala. No hay que confundir el contenido con el continente, digamos. Cuando yo digo que el arte feo remite al ideal de belleza, me refiero al buen arte (de lo) feo, o sea, por decirlo paradójicamente, al bello arte feo. No me refiero al feo arte, o sea, al mal arte. La inverosimilitud de las pelis B es fea porque es mal arte. es un fraude, como dices. Ahí l oque nos repugna es la obra de arte misma (y esto, como mucho, nos recuerda, por contraposición, lo que debería ser una obra de arte y esta no lo es. "mira, muchacho, lo que nunca debes hacer"). Ante la percepcion de la fealdad de la propia obra de arte, queda cancelada la posiblidad de experimentar la fealdad que qquerría poder mostrarnos (aunque las pelis B no suelen recurrir, precisamente, a la via apofática o negativa: suelen mostrarnos la maniquea victoria del guaperas).<br /><br />Tienes razón, en tu punto 2, en que la fealdad tiene que ser idealizada, o ligeramente cambiada, al menos. Incluso muchas veces, como en Macbeth (o, de otra manera, en el terrorismo goyesco) es sobredimensionada.Juan Antonio Negretehttps://www.blogger.com/profile/03818931980413759742noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6734131798192170034.post-75458520928238469922012-01-12T16:42:12.329+01:002012-01-12T16:42:12.329+01:00No me parece del todo preciso que al arte se circu...No me parece del todo preciso que al arte se circunscriba <i>únicamente</i> a reproducir la belleza...<br /><br />Por poner un experimento mental que me gusta: ¿si se descubriera que las pinturas rupestres son manchas de moho podríamos poder seguir considerándolas bellas obras artísticas?<br /><br />No obstante, <i>sí</i> que estoy absolutamente de acuerdo en que al retratar un objeto "feo" se convoca nuestro ideal de belleza, ahora, dos cosas: 1) <i>tiene</i> que dejarse claro que el objeto es feo y doy un ejemplo creo que válido: en las pelis de serie B es harto común que el malo malísimo, toda vez que hay que demostrar que es malo malísimo, se comporte como una déspota tirano con, pongamos, sus subalternos. Bien. Resulte inverosímil este comportamiento, quiero decir, es muy poco probable que un lugarteniente se deje humillar por una persona o, dejándose humillar, sea un lugarteniente competente que participe y colabore en la inventiva de estrategias exitosas (No se tiene a un Rommel, por ejemplo, si uno se comporta como un auténtico gilipollas), o sea, que el malo malísimo de las pelis B, por este y otras típicas escenas, es inverosímil (lo cual, no sé si estarás de acuerdo, es una forma de fealdad) y, no obstante, NO se nos presenta como tal, como alguien feo, inverosímil digo, luego su construcción estilística es fraudulenta y no notaremos su fracaso como una tragedia.<br /><br />2) pero por otro lado, en la convocatoria de nuestro Ideal tiene que aparecérsenos ésta ligeramente cambiada y es por eso por lo que la fealdad cotidiana -que se confronta a una funcionarial belleza proporcionada- o la maldad de un tirano al uso -que se confronta con una democracia virtuosa- no nos emociona en absoluto, al contrario de, pongamos, un shakespereano regicida villano como Macbeth que nos hace dudar de la bondad de nuestras más virtuosas ambiciones.Héctor Medahttps://www.blogger.com/profile/05080741918146495160noreply@blogger.com