En la futura ley de educación española (LOMCE), con el fin
de que la “educación” sea el motor de la competitividad del país, se aumenta el
número de horas lectivas dedicadas al estudio de las Ciencias, la Matemática y la Gramática , se mantienen
las dedicadas a Religión (todos los cursos de primaria y secundaria una o dos
horas semanales), desaparece la Ética (el único curso que había, de dos horas
semanales, en cuarto de la Educación
Secundaria Obligatoria) y la Filosofía de primero de
Bachillerato (de seguramente dos horas semanales) asume otra vez los contenidos
de divulgación científica.
Es prácticamente imposible expresar mejor lo que significa
el pensamiento liberal moderno, irracionalista y voluntarista, y, por tanto,
meritocrático, intrínsecamente elitista, eclesial y conservador. Todo lo que
tiene que ver con el valor o el sentido de las cosas (la educación moral) es
arrebatado a la razón y depositado exclusivamente en las manos del sacerdote. En
las manos del científico se deja todo aquello que carece en sí mismo de valor,
que es meramente inerte, mecánico, instrumental. La diferencia radical y
esquizofrénica judeo-lutero-eclesial entre el espíritu (del que nada racional se puede decir,
sino que hay que aceptar ciegamente) y la carne (de la que todo se puede decir
pero que no sirve ni siquiera de imagen de aquel); la diferencia absoluta entre
lo radicalmente Otro (ajeno a toda racionalidad, a toda metafísica, objeto solo
de don y acogimiento) y esto que tenemos a mano (y a lo que se puede comprar y
vender, y triturar o gasear masivamente). Nada de educación: solo
adoctrinamiento más instrucción, con los métodos del adiestramiento, del pecado
y la pena merecida. Ora et labora.
Recuerdo haber leído en alguna biografía de Wittgenstein
que, cuando este se dedicó a la enseñanza primaria en algún pueblecito
austriaco, repartía la mañana escolar en dos partes, lectura del evangelio y
matemáticas. ¿Qué más necesitaríamos los humanos (cuánto más los habitantes de
la reserva espiritual de occidente)?
(Andreas Maldei)
Mucho deporte. Un sistema educativo que produzca "borriquitos con chándal", como dijo Sánchez Ferlosio.
ResponderEliminarCroix,
ResponderEliminartienes razón, aunque todavía no se han dado cuenta. Además, eso tiene el problema de que solo piensan en tenerlos sentados, echando culo, el mayor número de horas posible.
Saludos y bienvenido