¿Puede alguien creer que los problemas de la humanidad (que quince mil niños mueran de hambre al día o haya guerras, por ejemplo), o que los problemas de los países más “avanzados” (la desigualdad injustificable o la esclavitud al trabajo y al consumo, por ejemplo), o que los problemas de España (la corrupción o la especulación sin freno, por ejemplo) se deben a que hay en la Educación un déficit de formación científico-técnica y un exceso de educación humanística y de reflexión filosófica y ética? Sí, puede alguien. Para empezar, los líderes mundiales. Después, los líderes europeos. Y, por supuesto, los líderes españoles. Detrás de ellos, con toda seguridad, la masa reflexiva que constituye el cuerpo de nuestras democracias. En la educación española sobran, según la futura ley de Educación, LOMCE, reflexión filosófica y ética, educación musical y artística en general, educación humanística..., y falta ingeniería (bueno, y catequesis también). Si aumentamos la instrucción científico-técnica, ya sí que todo se arreglará, todo irá bien, muy bien…
Algo tan grotesco, que no merecería siquiera el aliento que se invierte en refutarlo, es real, sí, es el espíritu de nuestro tiempo. Estamos en crisis, de eso no hay duda. Y los profesores de Filosofía, por cierto, no somos meras víctimas.
Texto de la ponencia que presenté el día 1 de Junio en Mérida, invitado por la Plataforma de Defensa de la Filosofía en Extremadura (PDFex) y la Asociación de Filósofos Extremeños (AFex):
Grandes palabras.
ResponderEliminarRecordar que el régimen nazi impuso a todos los estudiantes horas y más horas de actividad física, evitando la filosofía que no fuera la oficial, la literatura... Hasta dirigentes nazis se pusieron las manos en la cabeza por la incultura tan brutal de los "hijos" del nazismo.
Àngel,
Eliminarbienvenido. En efecto, todo régimen que quiere extirpar la soberanía y la verdadera libertad, y tener súbditos, si no piezas de la maquinaria, tiene que empezar por embrutecer al hombre, reduciendo la capacidad crítica o reflexiva. La plutocracia, se llame nazismo o se llame liberal-capitalismo, es incompatible con la filosofía, el arte y, en general, el pensamiento.
Un cordial saludo